sábado, 17 de septiembre de 2011

APROXIMACIÓN A LA IDEA DE LA DESCONFIANZA

Una vez, me marché de un hotel sin gastar todos los tarritos de gel y champú que ponen en los hoteles (lo que se dice exprimir hasta la última gota cada frasquito y otras cosas que te ponen en los hoteles para ser exprimidas, ya que al final te las cobran) y lloré durante semanas.

La tristeza aparecía no sin motivo. Aparecía por NO HABER LLEGADO HASTA EL FINAL de cada cosa que me he cruzado.
Da igual si el cuerpo de un amante, un libro, un paseo en el monte por la noche sn ayuda de las estrellas o los putos frasquitos.

Hay que agotar lo percibido y en esa tarea agotarte y no tener miedo de palmar con las manos en la masa, cardíaco. (...)

No me vereis nunca "RENUNCIAR", no es por humillación de UNA derrota, sino porque la suma de cada renuncia acaba siendo con el tiempo, tu tormento.

Uno puede vivir reconociéndo que no llegó HASTA EL FINAL en dos o tres asuntos, pero empezar un nuevo día desayunando ante una montaña de claudicaciones pasadas y para colmo, pensando en las que vienen, los abandonos y resignaciones en los que actualmente estás empeñado, es jodido de llevar. (...)

No agotar las cosas es dejarse morir de a poco.
            
                                                                                                                            R.G

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