Desde que tuve la necesidad de formar la compañía, me parecío que iniciaba un viaje sin destino. Tenía todo lo necesario: billete, ganas, ilusión, curiosidad y mucho amor por lo que hago (tal vez, el amor más grande que haya sentido nunca) pero no tenía un lugar al que llegar y me planteé el proceso como un contínuo viaje.
Tanto en Fando y Lis, como ahora en Destejiendo Sueños, tengo la sensación de caminar y caminar; y así quiero que sea. No quiero pararme jamás porque si lo hago, tal vez, me encuentre conmigo misma.
En la maleta se irán guardando mis montajes, las experiencias vividas, los fracasos, los éxitos... la valija de SilencioDanza, ha empezado a llenarse y la mujer de la imagen empieza a pasear por el maravilloso mundo del teatro, sin saber dónde encontrará la siguiente parada.
Todo hace referencia a lo que siento y sentí cuando decidí embarcarme en la compañía: el concepto de viaje interior y la soledad del camino, a veces necesitada y otras obligada.
Muchas gracias a Eusebio Sánchez que ha sido quien ha trabajado la imagen.
La compañía
Muchas gracias a Eusebio Sánchez que ha sido quien ha trabajado la imagen.
La compañía
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